viernes, diciembre 01, 2006

La prueba de la serenidad


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45.- En un momento cualquiera, en el menos pensado, somos conducidos hasta el mismo lecho de los océanos, y luego reposamos suavemente en su superficie en una plácida embarcación.
Todo es calma... un cielo azul... algunas gaviotas juguetean con su vuelo, una suave brisa baña nuestro rostro.
46.- ¡De pronto, las olas serenas del mar se tornan agrestes..! La brisa se ha tornado en un terrible viento que amenaza con voltear nuestra ligera embarcación... ¡Lo logra..! ¡El ímpetu de las aguas es terrible.... muy difícil mantenerse a flote! Las aguas amenazan y golpean con más y más fuerza, el aliento falta, las aguas nos arrastran allí y allá, nos sumergen en las profundidades del océano, nos emergen hasta la superficie.
47.- ¡Un respiro...! ¡Otra vez la violencia de los elementos impide mantenerse con la cabeza al aire...! Se establece una desigual lucha. La débil fuerza humana contra la sobrehumana volencia del océano de la vida. La lucha es desigual, los elementos golpean con furia el débil cuerpo agotado en la intensa lucha por sobrevivir. Ya casi no hay fuerzas para resistir... pero, ¡NO...! ¡No hay que sucumbir..! Quien lucha está vivo, y hay que seguir luchando.
48.- Una y otra vez el torbellino acuoso nos arrastra...una y otra vez, y también una y otra brazada, cada vez más desesperada, pero con una vitalidad ya agónica, van manifestando las ansias de vencer... vencer.... ¡Un esfuerzo más...! ¡El último aliento...! y...¡Todo está en calma..!.
49.- El Sol alumbra las aguas infinitas, y un tronco un cedro que por ventura llegó hasta el alcance de los brazos... el empuje de las aguas sirve para asirse, y yá calmada la tempestad, serena se vé muy cerca una hermosa playa... ¡La mas hermosa jamás vista!
50.- ¡Cuán hermoso es reposar despues de haber vencido la dura batalla por la supervivencia en el mar embravecido de la vida!
5l.- Quién realmente, desée consciencialmente vencer esta difícil prueba del elemento agua, deberá sentirse libre y felíz en cualquier circunstancia, en la riqueza, en la pobreza, yá entre santos o entre delincuentes; deberá sonreir en la enfermedad, y sonreir también con un buen estado de salud. Agradecer el pan que os brinde un campesino así como el banquete de un gran "señor".
Disfrutar del lecho mullido de un gran hotel, y agradecer al cielo cuando por techo se tenga al estrellado cielo, y la dura tierra sea el único lecho.
52.- Sólo quienes son capaces de disfrutar de todas las ocasiones bellas y tristes, alegres y dolorosas que brinda la vida, sólo quienes se forjan en la constante lucha por la vida, quienes han aprendido a sacar un buen partido y mejor provecho de las peores adversidades, y quienes no
sucumben ante la comodidad y los placeres, se hallan ampliamente capacitados para vencer esta terrible prueba.
53.- Aquéllos, acostumbrados al placer, a la holganza, a las delicias de la cómoda vida, aquellos que no saben lo que es luchar por el pan de cada día, aquellos que ante la adversidad sucumben y prefieren morir antes que luchar, son los que fracasan inevitablemente en esta prueba del elemento
y quienes, han vencido y aprobado esta difícil barrera, no tienen sin embargo, reposo; ni bién han recobrado el aliento, después de la dura y terrible batalla contra los elementos del agua de la vida, se presenta yá una otra prueba.

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1 comentario:

Con alas para volar dijo...

Y que hay de aquellos a quienes se les es dado en bandeja llena sin esfuerzo alguno??????????????????

Para ganar la guerra hay que librar muchas batallas.

Y es importante saborear y lamer las heridas cuando la tregua ha empezado.

sigo leyendo